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VIVIENDA UNIFAMILIAR EN LA PEREDA - MIERES (ASTURIAS)
2009-2011

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arquitectura

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Una pareja joven y una parcela privilegiada en pleno núcleo rural marcan los puntos de partida de este proyecto.

El inicio de este proyecto pasa por un análisis complejo del entorno, empezando por el afectado directamente por la normativa urbanística y avanzando posteriormente hacia el entorno circundante, del que se valoran ciertas singularidades. Este análisis hace que se replanteen las limitaciones existentes en la normativa vigente, de carácter conservador y que condiciona totalmente la forma final de la vivienda. Por eso, una primera decisión de proyecto fue ‘poner en cuarentena’ diversas consideraciones de la normativa que no parecían tener en cuenta el lugar. Más bien sus restricciones parecían dar paso a un ‘no lugar’, formulando respuestas basadas en el pasado para el entorno presente que, al tiempo, se vuelve vacío y falto de la identidad, una identidad que, sin embargo, sí se reconoce en el entorno próximo no edificado.

A este punto de partida se unen diversas consideraciones a las que el propio lugar va dando respuesta: orientaciones, relaciones con el entorno próximo a través de la vinculación de espacios, la relación con el entorno más alejado, integrando aportaciones paisajísticas proporcionadas por el valle mediante su inclusión como reflejos en fachada,… Con una sencilla composición de rotundos volúmenes, de llenos y vacíos, de transparencias y paños ciegos, de secuencias y ritmos de fachada, de reflejos y contrastes,… la vivienda va respondiendo sensiblemente al emplazamiento con una identidad y personalidad propia y acorde al lugar al que pertenece.

Paralelamente, la necesidad de eficiencia energética y sostenibilidad se desmarca como otro de los puntos fuertes del proyecto, tratando ir un paso por delante de la normativa actual. De nuevo limitados por afecciones legales, se desecha la seriación, prefabricación o industrialización, utilizando recursos proporcionados por el entorno próximo y por el propio diseño de los espacios. La línea de desarrollo considera un proyecto que optimiza los recursos bioclimáticos/pasivos y que es capaz de articularse con claridad en la trama existente, organizando formalmente la edificación en volúmenes que agrupan funciones atendiendo a su uso.