La idea de partida: un skyline, planteado como un conjunto de piezas abstractas, figuras trapezoidales que simbolizan elementos inmobiliarios independientes y que encuentran su unidad a partir del trazo único y continuo de sus contornos, dando lugar a un diseño con una clara voluntad de evocar el carácter inmobiliario de la empresa.
Sencillez y simplicidad son las características de este skyline abstracto en el que se desmaterializan las formas de los edificios, representando la imagen corporativa para esta oficina de administración de fincas.
El diseño del logotipo se apoya en colores sobrios que identifican el carácter serio de la actividad desarrollada por la empresa, mientras que el toque de color rojo aporta el punto de calidez y desenfado propio de sus propietarios.